Hace ya mucho tiempo, en 1969, visitó España después de treinta años de exilio Max Aub. De su visita nos dejó entre otras cosas este libro. Con certera precisión definió la España que se encontró y que no es otra que la que hoy tenemos. No vendrá mal la lectura de su libro, tal vez.
“...La gran tristeza para los que todavía conocimos una España esperanzada fue precisamente la pérdida de la esperanza. Pero no queréis comprender que se ha perdido porque, en parte, se ha realizado lo que queríais: la gente vive mejor pero, sobre todo, ve el camino para llegar a ello sin pasar por el sueño de la revolución. España ha dejado de ser romántica: ya no es la de:¡Victoria o muerte!,o, si quieres, la de:¡No pasarán!, sino la de la mediocridad mejor o peor; es la España del refrigerador y de la lavadora; la vieja de pan y toros, del fútbol y la cerveza. Ya no hay bandidos debido a la multiplicación de los bancos. Bandidos de los que se jugaban la vida, como es natural: ahora las carreteras son seguras y las carreras aseguradas. Ya no hay atentados. La muerte ha pasado a ser exclusiva del Estado. Todos los anarquistas de los años veinte han perecido. Ya no hay atentados, ya no se queman iglesias, ya meten a los curas en la cárcel. España se ha vuelto colonia. En parte colonia norteamericana y en otra una enorme colonia de vacaciones.”
Max Aub